"La Agencia Española de Protección de Datos" ha multado con 60.101 euros a la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) por grabar sin permiso una boda y aportar el vídeo al juicio, lo que constituye "una violación del derecho constitucional a la intimidad y a la propia imagen".
La SGAE, en linea con su política depredadora, para cobrar derechos de autor, contrató a un detective, que se coló en una boda en el restaurante y grabó a los invitados bailando al ritmo de canciones protegidas por derechos de autor.
La SGAE, en linea con su política depredadora, para cobrar derechos de autor, contrató a un detective, que se coló en una boda en el restaurante y grabó a los invitados bailando al ritmo de canciones protegidas por derechos de autor.
Protección de Datos, considera que la SGAE incurrió en una infracción "muy grave", pues grabó un acto privado como es un banquete de bodas, sin la "autorización inequívoca" de los interesados, como exige la ley.
La SGAE actua de una forma y con unos objetivos que la ciudadanía no comparte ni acepta, pronunciandose en contra de un injusto canon digital indiscriminado y que se reparte de una forma y con unos objetivos criticados por la sociedad y los propios artistas.
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