23 de septiembre de 2010

RESOLUCIÓN DE LA PRESIDENCIA DE IZQUIERDA UNIDA DE ASTURIAS EN APOYO A LA HUELGA


RESOLUCION DE LA PRESIDENCIA DE IZQUIERDA UNIDA DE ASTURIAS EN APOYO DE LA HUELGA GENERAL DEL 29 DE SETIEMBRE:

Las medidas que ha venido articulando el Gobierno del PSOE desde el pasado mes de mayo han supuesto la rendición incondicional a las demandas de las entidades, Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial, que han marcado en los últimos años la política económica del mundo desarrollado y, en consecuencia, originado la presente crisis. Zapatero ha aprovechado su reciente visita a Nueva York para rendirles pleitesía y solicitar su aprobación para las medidas adoptadas.

23/09/2010 - Comunicados

El Gobierno de la Nación anunció primero que iba a congelar las pensiones en el 2011, que reducía de forma inmediata la remuneración de los trabajadores públicos y que se disponía a abordar una profunda reforma del mercado de trabajo

De esta forma Zapatero definía una estrategia que es a la vez contraproducente, conservadora e insolidaria. Es contraproducente porque la restricción de ingresos a los colectivos afectados contribuye a la caída del consumo y, en consecuencia, de la actividad económica y el empleo, situación que se ha visto agravada por el recorte en las partidas del Ministerio de Fomento anunciadas en el mes de julio. Es conservadora porque criminaliza el déficit, como si éste fuese la causa y no una consecuencia de la crisis. Y es insolidaria porque pretende reducir ese déficit recortando el gasto sobre las partidas de colectivos (funcionarios y pensionistas) que ninguna responsabilidad tienen en la crisis, rechazando la alternativa de provocar un incremento de los ingresos a partir de una reforma fiscal que acabe con el fraude, aumente el peso de los impuestos directos, avanzando claramente en la progresividad del sistema y acabe con la penalización de las rentas del trabajo frente al trato privilegiado de las del capital, además de recuperar el Impuesto sobre el Patrimonio.

Semanas más tarde el Ejecutivo socialista lanzó una reforma laboral que asume en lo esencial las demandas de las organizaciones empresariales y que, lógicamente, cuenta con una dura contestación sindical.

Lo cierto es que cada vez que hemos tenido una crisis, los gobiernos han introducido reformas para hacer más fácil y barato el despido, sin que el empleo aumentase. Con el marco regulador que había hasta ahora nuestro país tuvo la tasa de desempleo más baja de la democracia.

De ahí que carezca de lógica hacer desaparecer prácticamente la figura del despido nulo y potenciar el despido objetivo, con una indemnización de veinte días por año, aceptándolo incluso con carácter preventivo ante la mera posibilidad de que la empresa pueda tener pérdidas o un descenso en la actividad. Como es irracional que se subvencione a las empresas que despiden haciendo que el Fondo de Garantía Salarial pague una parte de la indemnización. Si a ello sumamos que se generaliza la contratación de fomento del empleo (33 día de indemnización por año, en vez de 45), que se permite el descuelgue de las empresas de los convenios colectivos y se abre la puerta de las administraciones públicas a las ETTs, se puede entender sin ninguna dificultad los motivos de la huelga general.

Pero es que, además, después de hacerse pública la convocatoria de la huelga, el Gobierno del PSOE ha seguido profundizando en estrategias neoconservadoras al reducir el ámbito de aplicación de la prestación extraordinaria por desempleo e insinuar nuevos requisitos para acceder a la prestación ordinaria, y poner sobre la mesa la modificación del sistema público de pensiones prolongando la edad de jubilación o el período de cotización mínimo para cobrar el cien por cien de la pensión, así como incrementar el período de cómputo.

Se trata, una vez más, de favorecer a los planes privados de pensiones, controlados por compañías de seguros, entidades financieras y especuladores internacionales, sembrando primero la duda sobre la solidez del sistema público y reduciendo después el importe de las prestaciones. Globalmente considerado, el conjunto de las medidas supone una clara agresión a los derechos de los trabajadores y a la mayoría de la sociedad, en tanto en cuanto el objetivo último es desmontar el Estado de Bienestar de escuálido desarrollo de nuestro país. De ahí, que la respuesta haya de ser no sólo de los trabajadores, sino del conjunto de la sociedad.

Por ello, la Presidencia de Izquierda Unida de Asturias- Izquierda Xunida expresa su apoyo a la Huelga General del 29 de septiembre y convoca a sus militantes a respaldar activamente el paro y a contribuir a su éxito, para derrotar así al Gobierno de Zapatero y forzarle a retirar su contrarreforma laboral.


No hay comentarios:

Publicar un comentario