MÁS TRABAJO Y MENOS RETÓRICA

MÁS TRABAJO Y MENOS RETÓRICA

La gestión del Partido Socialista es motivo de preocupación entre la gente común. En los últimos años de crecimiento económico el Gobierno apostó por una política de rebajas en los impuestos para las rentas más altas y barra libre de ayudas indiscriminadas que dejó vacía la despensa del Estado. Luego, durante muchos meses negaron la crisis y se empeñaron en negar la realidad, incluso tuvieron la desvergüenza de hacer su campaña electoral con dinero público (los famosos 400 euros y otros despilfarros).

Hace unas semanas, en medio de la peor crisis de los últimos 80 años y con el 20% de la población en paro, comenzaron a hablar de “brotes verdes”. Ahora presentan el mayor ataque a los derechos sociales de las últimas décadas.

Para Izquierda Unida la improvisación y las ocurrencias caracterizan la gestión del Ejecutivo socialista. Todos los días leemos declaraciones contradictorias de los ministros, dando una imagen de desconcierto más que evidente.

Y las consecuencias son inevitables: la falta de credibilidad del Gobierno es absoluta. La gente, con toda la razón, no se fía de alguien que no reconoce la realidad.

Las medidas presentadas en el Congreso por Zapatero constituyen el acta de defunción del compromiso social del Gobierno, que carga todo el peso sobre las espaldas de los pensionistas y trabajadores, sacrificando los derechos sociales y recortando brutalmente la inversión pública. Justo lo que les había pedido días atrás el PP, por cierto.

Mientras Zapatero impone duros sacrificios a la gente, no toma ni una sola medida dirigida a las rentas altas.

Es falso que el Gobierno pida sacrificio a todo el mundo. Sólo lo hace con pensionistas y trabajadores. Ni sube impuestos a los ricos, ni lucha contra el fraude fiscal, ni se atreve a impulsar nuevos impuestos para que la banca financie las medidas anticrisis, como ha hecho Portugal; Todo lo contrario, a la vuelta de la esquina, el uno de julio pasarán el IVA (el impuesto más injusto, por no ser progresivo) del 16 al 18%.

Los socialistas siguen instalados en la retórica, pero no pasan de las palabras a los hechos. La crisis comenzó en 2008 y no han puesto sobre la mesa ni una sola medida para regular el sistema financiero, por eso, cuando dicen que España “en ningún caso va a llegar a los 5 millones de parados” es para echarse a temblar, más pensando en la reforma laboral que plantearán.