15 de junio de 2008

Antonio Moya: "Bono se ha pasado"


Cuando Antonio Moya salió de Valencia en dirección a Madrid, seguro que no sospechaba que se iba a convertir en uno de los protagonistas del día. Este recolector de semillas, de 58 años, represaliado por la dictadura, ha viajado a la capital para tomar parte en un homenaje a 400 ex presos políticos organizado por el ayuntamiento de la localidad de Rivas-Vaciamadrid.
La primera parada era el Congreso de los Diputados. Allí los ha recibido su presidente, José Bono, quien ha agradecido su lucha por la libertad, la democracia y la legalidad. En este punto, Moya ha sacado una bandera republicana que llevaba escondida en la chaqueta. Varios de los presentes han coreado vivas a la República. La respuesta de Bono no se ha hecho esperar: "No puedo aceptar manifestaciones que no son legales en este momento", ha dicho elevando el tono y perdiendo los papeles y la compostura.
"Creo que este hombre se ha pasado", ha declarado Antonio Moya a RTVE.es. "Tendría que haber tenido más cintura y haber dicho: 'Pues efectivamente, por esta bandera se sufrió mucho en España, centenares de años de cárcel, torturas, persecuciones e incluso muertes", añade, mientras recuerda que él mismo fue torturado en 1975 por pertenecer al Partido Comunista.
Moya, que ha participado junto al resto de los presos en una comida-homenaje en Rivas-Vaciamadrid, no se arrepiente de su gesto, pese a la reprimenda de Bono: "Con todo el cariño le voy a hacer una urna, porque ésta es la primera bandera del pueblo republicano que ha entrado al Parlamento español. Hay que guardarla para que sirva de faro y de guía", afirma.
De hecho, algunos presos denuncian que no han podido entrar al salón de actos del Congreso con sus banderas republicanas. "La llevaba enrollada y cuando fui a entrar me dijeron: 'No puede pasar'. Digo: '¿Por qué? Si esta bandera es la más democrática que ha tenido este país'. Me la requisaron a la entrada del saloncito donde nos recibió Bono, pero luego me la devolvieron", relata Antonio Martínez a RTVE.es.
Este represaliado por la dictadura franquista estuvo cuatro veces en la cárcel. La primera vez que lo detuvieron, en 1948, le sometieron a toda clase de torturas: "En Ponferrada (León) me tiré seis meses en la cárcel. Me dieron muchos palos por colaborar con la guerrilla, porque mi hermano era guerrillero y yo era enlace"

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